viernes, 2 de mayo de 2008

"En mis sueños me encuentro con Federico Klemm y jugamos al tejo"



El extraño caso del joven que amanecía pintado de amarillo.

“Todo comenzó en el verano del 92”, nos cuenta Darío, un joven oriundo de Concepción pero que siempre vivió en lima “eran épocas de libertad y desenfreno y a mí se me había dado por usar una vincha amarilla y por dejarme el bigote. Por esos días comenzaba a juntarme con un grupo de gente muy animada y elegante. Me llamaban cariñosamente “Mierdita”. Ahí fue cuando empecé a encontrarme con Federico”. Darío “Mierdita” Gonzáles no puede evitar emocionarse al hablar de Federico Klemm, su único amigo verdadero en el mundo. “A mi no me gustaba Federico Klemm, siempre pensé que era flor de p... (nota editorial: en La calor no creemos en la censura ni la promovemos, excepto tal vez por Rolando Graña nuestro editor en jefe, pero no podemos concebir publicar un insulto dirigido a alguien que esta muerto, y menos si se trata de un muerto tan maravilloso), hasta que lo conocí y cambiaron todos mis preconcetos. Nuestro primer encuentro fue en Paso Vera, en esa época era muy difícil llegar allá entonces estaba como desierta, pero de todas formas había una cantina muy sofisticada y chic y ahí estaba él, tomando un margarita y mirándome fijo a los ojo, yo como soy muy cholulo le fui a pedir un autógrafo, le dije “¿me firmas acá? Es para mi hermanito, se llama Darío” el sonrío, y mientras lo firmaba, siempre sonriendo, me miró a los ojos y dijo “me gusta tu vincha, Darío, te queda muy bien el amarillo” y luego ambos reímos y entramos en confianza y nos íbamos a jugar al tejo. Cuando terminábamos y yo me iba a juntar los tejos para empezar otro partido, la arena se empezaba a hundir y yo caía y caía, y mientras caía escuchaba la voz más dulce del mundo, la voz de Federico, mi amigo, que me decía “el amarillo te queda muy bien” y ahí despertaba, pintado de amarillo, y nunca me puedo acordar quien ganaba el partido, pero creo que ganábamos los dos”. Místico. Muy místico.
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Federico Klemm, pasión de multitudes.

1 comentario:

valeria dijo...

En un sueño me encontre con Federico, la habitacion era en un segundo o tercer piso, habia alfombras, muebles antiguos y aterciopelados, las largas cortinas flotaban o volaban o eso me parecia a mi. Un piano, en la sala..., dorado, granate, piel, cuadros, esculturas, alguien aparecia y desaparecia. Mientras todo esto ocurria Federico me mostraba un cofre o bandeja y en ella habian pequeñas recuerdos de oro. Y el me regalaba algo antes de partir.